"Asado y a la cancha", dice el reglamento que un grupo de hinchas de Atlético tiene hace años. Desde el Federal A a la Copa Libertadores, el escenario elegido para la previa siempre fue el mismo: la casa de Oscar Nieva, más conocido como el "Gula" de barrio Vial.
No importa que el partido se juegue a las 19.15 como hoy, los fanáticos se las ingenian para llegarse a una de las esquinas del pasaje Juan Cruz Varela, que todo el día está rodeada de trapos celestes y blancos. Es el momento para compartir anécdotas de viajes, recordar los viejos torneos y disfrutar del presente que vive el "Decano".
Las clásicas empanadas de "Doña Ramonita", la mamá de Nieva, no pueden faltar antes de que el asador empiece a sacar los primeros cortes de la parrilla. Fernet, cerveza y vino son las bebidas elegidas por los hinchas que llegan desde todo los puntos de Tucumán, y hasta desde otras provincias, como los integrantes de la filial "Walter Oscar Jiménez" de Santiago del Estero.
Esta vez la previa comenzó a las 8.30, cuando el dueño de casa comenzó a preparar los tablones y las mesas. Luego empezaron a llegar los primeros "decanos" para acompañarlo para colgar los trapos y hacer el fuego. Algunos pidieron permiso en sus trabajos, otros pidieron que sus vacaciones sean en febrero, un mes soñado por generaciones desde 1902, cuando el club fue fundado por el profesor Agenor Albornoz. Con el correr de las horas, la ansiedad va ganando lugar pero es apaciguada con cánticos que se escuchan en las cuatro esquinas. Todo registrado por un drone que llevó alguno de los fanáticos para tener postales de una fiesta a la que no le falta nada.
"Sólo pedimos un milagro más", reza Oscar mientras parecieran no importarle los 35 grados de la siesta tucumana. A unos kilómetros del Vial, los de Pablo Lavallén se preparan para salir a la cancha, ganar y seguir haciendo delirar a los amigos del "Gula", y a las miles de almas que coparán el Monumental "José Fierro".
"Asado y a la cancha", dice el reglamento que un grupo de hinchas de Atlético tiene hace años. Desde el Federal A a la Copa Libertadores, el escenario elegido para la previa siempre fue el mismo: la casa de
Oscar Nieva, más conocido como el "Gula" de barrio Vial.
No importa que el partido se juegue a las 19.15 como hoy, los fanáticos se las ingenian para llegarse a una de las esquinas del pasaje Juan Cruz Varela, que todo el día está rodeada de trapos celestes y blancos. Es el momento para compartir anécdotas de viajes, recordar los viejos torneos y disfrutar del presente que vive el "Decano".
Las clásicas empanadas de "Doña Ramonita", la mamá de Nieva, no pueden faltar antes de que el asador empiece a sacar los primeros cortes de la parrilla. Fernet, cerveza y vino son las bebidas elegidas por los hinchas que llegan desde todo los puntos de Tucumán, y hasta desde otras provincias, como los integrantes de la filial "Walter Oscar Jiménez" de Santiago del Estero.
Esta vez la previa comenzó a las 8.30, cuando el dueño de casa comenzó a preparar los tablones y las mesas. Luego empezaron a llegar los primeros "decanos" para acompañarlo para colgar los trapos y hacer el fuego. Algunos pidieron permiso en sus trabajos, otros pidieron que sus vacaciones sean en febrero, un mes soñado por generaciones desde 1902, cuando el club fue fundado por el profesor Agenor Albornoz. Con el correr de las horas, la ansiedad va ganando lugar pero es apaciguada con cánticos que se escuchan en las cuatro esquinas. Todo registrado por un drone que llevó alguno de los fanáticos para tener postales de una fiesta a la que no le falta nada.
"Sólo pedimos un milagro más", reza Oscar mientras parecieran no importarle los 35 grados de la siesta tucumana. A unos kilómetros del Vial, los de Pablo Lavallén se preparan para salir a la cancha, ganar y seguir haciendo delirar a los amigos del "Gula", y a las miles de almas que coparán el Monumental "José Fierro".